Este serrano municipio, ubicado en el límite de la Sierra de Grazalema con el Valle del Guadiaro, es un paraíso de caliza y agua, sublimados en uno de sus parajes más singulares, la Cueva del Gato, quien con sus 10 kilómetros de longitud, es uno de los más complejos de Andalucía.
Otro enclave singular, de visita obligada, es la Cueva de la Pileta, referente en el arte rupestre andaluz. Sus pinturas de casi 150000 años de antigüedad sorprenden por su estado de conservación y singular enclave.
Los Llanos de Libar, constituyen uno de los mejores ejemplos de polje kárstico del sur peninsular así como uno de los paisajes más bellos de toda Andalucía.