GREEN LABEL FEDME
Como sabéis, hemos apostado en esta edición 2024 por ser candidatos a obtener la certificación ambiental “Green CXM Trail FEDME” basada en la “Guía de buenas prácticas para el desarrollo de carreras por montaña en espacios naturales protegidos”, documento elaborado por un grupo de trabajo en el que estaban representadas las administraciones públicas responsables de la planificación y gestión de los espacios protegidos, la FEDME y EUROPARC-España.
¿Cómo funciona?
El documento mas importante asociado a la normativa de calidad es el Listado de Chequeo, donde un árbitro ambiental será el encargado de comprobar los requisitos del sistema. El listado está dividido en tres apartados (fase 1 o de planificación y diseño de la prueba, fase 2 de desarrollo y ejecución y fase 3 de finalización y evaluación), con un total de 64 requisitos. De éstos, 40 son de obligado cumplimiento, y el resto, hasta llegar a los 47 que se exigen para alcanzar un nivel de calidad óptimo, y obtener así el reconocimiento con este distintivo de calidad, pueden elegirse de entre los 17 requisitos restantes. Los 40 requisitos de obligado cumplimiento son esenciales para que una prueba pueda obtener el certificado y reflejan la exigencia de este sello ambiental.
En la fase 1 se exige que la organización de la prueba cuente con una memoria técnica informada favorablemente por la administración del espacio protegido o que el trazado de la prueba evite los lugares de mayor fragilidad y vulnerabilidad ambiental (elevadas pendientes, sustrato frágil, flora y fauna catalogada, hábitats en peligro, etcétera). Asimismo, se incide en que la prueba debe, en su totalidad, discurrir por senderos o caminos existentes o la necesidad de que exista un documento de identificación y corrección de impactos en la memoria técnica. De igual manera se presta especial atención a los programas de minimización y segregación de residuos y al cálculo de la huella de carbono así como si contempla medidas para su compensación. El cumplimiento de un comportamiento responsable por parte de los corredores y consejos a acompañantes forman parte de esta fase.
En la fase 2 se exige que el organizador de la prueba cuente con un árbitro ambiental, y que éstos cuenten con una formación específica para cumplir su cometido, o también que durante la reunión previa a la salida (briefing) se proporcione a los participantes indicaciones de carácter ambiental, así como que la organización recoja información y elabore un informe de incidencias ambientalesdurante la prueba (suelo, flora, fauna, agua, etcétera).
En la fase 3 se exige que la organización elabore un informe de evaluación ambiental que incluya incidencias surgidas y las propuestas de mejora o que la organización haya hecho efectiva la retirada de contenedores y la recogida de los residuos generados, así como la retirada de la señalización provisional, el mismo día de la prueba o en un tiempo máximo de 24 horas.
Una vez concluida la carrera y emitido el informe del árbitro ambiental, éste será analizado por un Comité Evaluador donde finalmente dictará resolución si ha cumplido o no con los requisitos del sistema.